La época navideña trae consigo alegría, hogar, familia, y también el frío invernal. Es habitual que en esas fechas las cocinas apuesten por comidas altas en calorías que permitan recuperar el calor, como caldos, guisados… pero también postres dulces llenos de posibilidades. En España y Cataluña tenemos el turrón, un dulce parecido al “torrone” italiano o el “nougat” francés.
Tenemos que remontarnos a la época árabe, durante el siglo XV para encontrar las primeras referencias del turrón, que ya se asociaba a la Navidad. Alicante fue la cuna de esta gran creación culinaria, y es precisamente esta ciudad la que da nombre al turrón con denominación de origen más conocido, el turrón de Alicante, que junto al de Jijona, forman el dueto que nunca falla en las sobremesas españolas y catalanas por Navidad. La diferencia entre ambos es su solidez, mientras que el de Alicante se presenta duro y con la almendra poco fragmentada, el de Jijona es blando y prensado. Los dos igualmente de exquisito sabor, claro.